No han tardado mucho en buscarles las cosquillas, por cierto, dado que un usuario llamado GASBK_TW ya ha sido capaz de poner un procesador A10-5800K a nada menos que 7,3 GHz. Para ello se aumentó el voltaje de lo más nuevo de AMD a 1,956 V, se desactivaron dos de sus cuatro núcleos y se bañó el procesador en nitrógeno líquido. Un poco menos salvajes son los 5,1 GHz conseguidos por NAMEGT, que también ha dejado su información en la base de datos CPU-Z. En su caso el procesador fue enfriado usando aire, a la antigua usanza, sin sacrificar núcleos y con un voltaje de 1,616 V.
Lógicamente nadie debería esperar una estabilidad a prueba de bombas a esas velocidades, mucho menos una vida útil especialmente longeva. Aunque ya sabes que tampoco se trata de eso; quien tenga aprensión o carezca de experiencia en estas lides, siempre podrá acelerar los nuevos chips Trinity de forma más sencilla para aumentar el rendimiento de la CPU cerca de un 10 por ciento y la GPU entre el 15 y el 17 por ciento, que no está nada mal considerando su capacidad gráfica de serie.
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