El pasado 21 de mayo de 2011, fecha fatídica para el predicador Harold Camping, quien predijo el fin del mundo precisamente para esta fecha; que mejor oportunidad para recordar cuántas veces se ha predicho el fin del mundo y todavía estamos vivos para contarlo. Lo cierto es que dicho fin lo estamos esperando desde la época de los Asirios, unos 3,000 años A.C.
Independientemente de que el fin se encuentre cerca o no nos toque verlo (ya sea porque nos cayó el meteorito en la cabeza o nos hicimos viejitos esperando a que nos toquen las golondrinas), lo cierto es que el tema ha sido una fuente de inspiración para un sin fin de historias, tanto a nivel novelas, como películas y desde luego, manga y anime.
El mismo escritor Lovecraft, autor del famoso libro “Al Azif” o Necronomicron (El libro de los nombres muertos) planteó en una de sus tésis que el hombre es capaz de crear una infinidad de historias tétricas a partir de sus miedos más básicos, y desde luego, el fin del mundo es uno de éstos. Desde luego, los miedos van cambiando con el paso del tiempo y con ello, las temáticas que hablan sobre el fin del mundo o fin de los tiempos.
Para quienes ya somos veteranos miembros de la Generación X, recordaremos en la década de los 80 la película llamada “Un Día Después”, que si la vemos ahora nos morimos de risa, pero en aquel entonces fue la sensación por plantear un “fin del mundo” causado por un apocalipsis nuclear. Algo similar ocurrió hace un año con la película 2012, en donde todo lo que está pasando y se espera que pase en el mundo durante los próximos dos años (sismos, inundaciones, tsunamis y demás desastres) lo sintetizan en una sola fecha: 23 de diciembre de 2012.
En el anime también tenemos varias historias, muy interesantes. Desde aquellas que hablan sobre ángeles que vienen a cumplir lo escrito en los pergaminos del Mar Muerto (en Neon Genesis Evangelion), hasta experimentos químicos fuera de control que causan la proliferación de Zombies que se dedican a morder a cuanto ser vivo encuentran para contaminarlos y convertirlos en más zombies (como en High School of the Death).
El elemento principal en estas series, como lo plantea Lovecraft, es el miedo que le tiene la gente a ciertos temas y fechas. Por eso hasta antes del 2000 en más de una serie se planteaba una y otra vez 1999 como el año decisivo, como en Macross, Evangelion y X-1999. Mientras que una vez superado el miedo por esa fecha, y rebasada la misma, comenzaron a aparecer series que planteaban como fecha definitiva 2012 e incluso 2040, como en Seikimatsu Occult Gakuino Bubble Gum Crisis. Tokyo 2040.
También hay series que sin proponerselo resultaron un tanto proféticas, como Uchuu no Stellvia, que planteaba que una detonación estelar golpearía la tierra, algo muy similar con lo que ocurrió el mes de diciembre de 2004 cuando en el cielo nocturno de Sri Lanka se apreció la detonación de una masa cósmica en el centro de la vía Láctea que iluminó el cielo nocturno e incluso removió algunas nubes, luego de lo cual se presentó un sismo el día 26 de ese mismo año y que terminó con un tsunami devastador. De hecho, según los estudios más recientes, se tiene la teoría de que por las mismas fechas de 2012 vendrá una segunda resonancia magnética del mismo lugar, sin que se sepa su magnitud ni los efectos que pueda tener en la tierra.
Lo mismo ocurrió con la obra Tokyo Manitude 8.0 que plantea un sismo muy similar al que sufrió el país el pasado 11 de marzo, lo que demuestra que para ser un Nostradamus solo basta tener bastante imaginación y divagar un poco con las probabilidades, dejando en espectativa al auditorio quien le agregará datos más una vez acontecido el fenómeno.
El 21 de mayo es nuevamente un día profetizado a partir de numerología humana, pero si consideramos la teoría de Carl Sagan, quien plantea que el tiempo del universo no es el mismo que el de los humanos, la verdad es que puede que pase este día y mañana nos estaremos riendo en espera de la próxima fecha, citada del 21 al 23 de diciembre de 2012 (días más, días menos dependiendo de los interpretes del calendario Maya). Desde luego, no hay que olvidar que incluso esa fecha ha sido pospuesta, pues de acuerdo con investigaciones recientes. El calendario Maya está desfasado entre 50 y 100 años, de manera que ni siquiera podemos estar seguros de estar contando bien los días. (Ver nota de Univisión)
Algo es cierto, el mundo se va a acabar algún día, pero la verdad es que nadie puede saber a ciencia cierta cuando va a ocurrir. Mientras tanto, la imaginación seguirá produciendo obras interesantes que alimenten nuestros miedos, quizas en un sueño sadomasoquista en donde añoramos, “sin querer querendo” que el mundo se acabe algún día.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada,
ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
Mc 13, 32
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